El aborto y otras contradicciones progresistas

septiembre 7, 2008

Me resulta muy chocante el análisis que la izquierda hace de una cuestión tan delicada como el aborto. ¿Cómo puede calificarse de progresista la agresión a los no nacidos? ¿Por qué son tan solidarios con las ballenas y les trae al pairo un no nacido? Todo son derechos para la mujer (para ellos el hombre es un mero accidente en este asunto) y desprecio al feto. Subvencionar sindicatos, asociaciones de transexuales o empresas nefastamente gestionadas está siempre bien visto. Pero ninguna ayuda se propone a las mujeres embarazadas que puedan estar diciendo abortar o no destinada a asistirlas durante el parto y en los primeros años de maternidad. Al fin y al cabo, ellos desprecian la familia.

Pero también me ha resultado sorprendente que, cuando les interesa, la existencia de una legislación equivalente en nuestros 17 reinos de taifas sí es necesaria. Así, en España, en la educación pública no se garantiza la enseñanza en castellano en determinadas Comunidades Autónomas y al Gobierno no le preocupa. Igual que ocurre con la institución familiar, también desprecian la nación española. A pesar de eso, sí se considera fundamental que se pueda abortar en condiciones equivalentes en todas las Comunidades Autónomas.

Así lo reconoce nuestra Ministra de Igualdaz, Bibiana Aído, al afirmas que debe aprobarse una Ley del Aborto:

Que garantice la equidad territorial, para que no existan diferencias entre unas comunidades autónomas y otras

 


El aborto y Bibiana Aido

julio 4, 2008

«Los progres, esos mismos que se preocupan por los animales en

peligro de extinción, que braman contra el deterioro del medioambiente

o que piden el fin de las corridas de toros han decidido que reclamar la

protección del niño no nacido, que defender la Vida desde el instante

de su concepción, que estar contra el aborto tiene como vitola política

el apelativo de ultra«

Este texto corresponde al editorial del número 30 del Boletín de Alternativa Española. Al margen que desde el punto de vista político e ideológico no tengo mucho que ver con estos señores, la verdad es que tienen toda la razón. Desde la progresía izquierdista, la corrección política hace que se critique duramente los avances del hombre, se defienda la necesidad de un canon para proteger la cultura (por supuesto, en peligro de extinción), la obligación de recibir enseñanza en una lengua cooficial y minoritaria en España y el mundo, los derechos de los orangutanes y la imposición de la igualdad en nuestras vidas, pero se desprecien los derechos del no nacido.

A mi juicio no es una cuestión exclusivamente religiosa o moral (como probablemente sí lo es para Alternativa Española), sino que puede calificarse como una agresión directa contra una vida embrionaria. Sin duda no es una cuestión pacífica, pero merece un debate en el que, además de los intereses de la madre (y también el padre), se consideren los derechos del no nacido. Además, desde un punto de vista moral personal, cuanto menos me causa pavor que se envenene a un feto.

Pero, ¿cómo concluye la progresía estos debates? Al preguntársele a la Ministra de Igualdad, sobre el procedimiento judicial iniciado por Alternativa Española contra una clínica en la que presuntamente se producen abortos ilegales, afirma:

Un partido de ultraderecha, qué voy a contestar. Nada.

¡Un diez a nuestra Ministra en progresía zapateril!. La mejor forma de eludir un debate, de desacreditar una idea y menospreciar una persona es calificarle de «ultra» o «facha». ¿Para qué dar razones que expliquen por qué es más importante introducir en el diccionario de la Real Academia Española la palabra «miembra» que la vida de un no nacido? Con lo fácil que es acusar de «facha» y recibir el aplauso de los palmeros progresistas. ¿Para qué complicarse la vida?

Qué fácil es ser «progre«