Una vez más llega el mejor momento de la semana. Todos (o casi todos) nos olvidamos, en la medida de lo posible, de nuestros compromisos y obligaciones laborales (o empresariales para los que no estén sujetos a la dependencia de los jefes) y nos dedicamos a otros menesteres por lo general más placenteros y lúdicos.
Me despido de mi semana laboral con una canción de La Mala Rodríguez, nuestra rapera femenina más representativa del sur de España. Tras el éxito de su famoso disco Lujo Ibérico, este otro disco no tuvo un especial reconocimiento. Pero nos regaló una historia de ambición y supervivencia callejera, de audacia y amor propio, de pobreza y de lucha contra lo que el destino aparentemente nos tiene preparado. Porque ese destino, para lo bueno y para lo malo, lo elaboramos nosotros, las personas. Verdaderos y principales protagonistas de la más grande de las odiseas que además, si mantenemos un espíritu crítico a la vez que entusiasta, no dejará de sorprendernos hasta el final.
Os adelanto un extracto de La Niña:
Quería pan, quería joyas, no valoras na si no lloras
lo mejor de no tener na, es tener q trabajar y sudar para apartar la miseria a un lao
Conseguir respeto a base de coraje y cojones
ella lo tenia, ella lo sabia ella se lo merecia
valia pa eso y pa mas
Ta claro, ¿no?